17/8/12

Levántate y anda


                                                           A los viejos que seremos...

Cuesta levantarse por las mañanas
cuando los talones se hunden en el suelo
y duelen, duelen mucho
pero nos levantamos igual porque aún estamos vivos.

Cuesta levantarse por las mañanas
cuando uno se está orinando y el lavabo
queda tan pero tan lejos
pero nos levantamos igual porque aún estamos vivos.

Cuesta levantarse por las mañanas
encontrar las pantuflas bajo la cama
las gafas sobre la mesita de luz, 
la dentadura postiza, 
pero nos levantamos igual porque aún estamos vivos.

Cuesta levantarse por las mañanas
cuando los talones, los riñones, 
la ciática, el reuma, la artrosis, 
los pies planos,
pero nos levantamos igual porque aún estamos vivos.

Cuesta levantarse por las mañanas
buscar en el pastillero con la medicación
de las cinco, de las seis y de las siete
pero nos levantamos igual porque aún estamos vivos.

Pero cuesta mucho más levantarse por las mañanas
si en la vida uno no imaginó algo,
o no tuvo amigos, o no trabajó en uno y mil lugares, 
o no viajó, o no realizó travesuras, o no tuvo aventuras, 
o no sembró, o no cosechó, o no esuchó música, o no escribió,
o no se trepó a un árbol, o no encendió un fuego, o no saltó una alambrada,
o no pegó o recibió una bofetada o no fue amado o amó a alguien. 

La verdad es que cuesta levantarse por las mañanas
si uno estuvo muerto toda la vida.

Edu Sívori Alt - Girona
    

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