La impronta milenaria de la Costa Brava y Gerona

Casa de Dalí en Port Lligat

El espacio geográfico y cultural de la provincia de Gerona es uno de los más relevantes  de España y de Europa en general.  
Un territorio donde el Pirineo se une al Mar Mediterráneo de manera armónica integrando lo espectacular con un acervo cultural milenario. 
Vivir en Europa significa estar en contacto con esa historia viva y esa diversidad geográfica concentrada en poco territorio. A través de los milenios esta tierra ha definido su identidad como tierra de paso. En cada rincón puede encontrarse el vestigio de una civilización, de un ejército, de una cultura o de una forma de vida. 
A través de signos como ruinas, inmensas forestaciones, poblados edificados al borde del mar, en la llanura o en medio del Pirineo, puede apreciarse quien pasó por aquí, quien dejó huellas, quien forjó esta cultura mediterránea plena de contrastes, colores y tradiciones.

Monasterio Sant Pere de Rodes

La Costa Brava cuenta con innumerables atractivos turísticos como por ejemplo Parque Natural Cap de Creus, el monasterio   Sant Pere de Rodes, Cadaqués, el Parque Natural Aiguamolls de l’Empordà, el yacimiento arqueológico de Empúries, las Islas Medes y el macizo del Montgrí, las villas medievales de Pals y Peratallada, la cerámica de La Bisbal, el casco antiguo de la ciudad de Gerona. el poblado ibérico de Ullastret, las calas de Begur y Palafrugell, el faro de Sant Sebastià, la Vila Vella de Tossa de Mar, los  jardines botánicos de la selva marítima, el Triángulo Daliniano, el lago de Banyoles , los festivales de música de Torroella de Montgrí y Peralada.

Un recorrido por este espacio geográfico podría empezar en la ciudad misma de Girona, a la que llegan vuelos de bajo costo de toda Europa. Construida en piedra, con una muralla exterior casi intacta, alberga un barrio judío pleno de misterio y encanto. Desde allí el viajero puede elegir opciones dependiendo de la época del año y sus intereses. Si queremos reconstruir como se forjó esta tierra podemos visitar el llamado Camino de Ronda que recorre la Costa Brava en su conjunto. Un sendero desde el que nos podemos imaginar avistando barcos piratas y mercantes que se acercan amenazantes o esperanzados a la costa. Ejemplo de un pueblo construido sobre el mar hace milenios  es Empuries, pequeña ciudad griega y romana que se ha preservado como conjunto de ruinas,. Otro aspecto característico de la Costa Brava son las hermosas calas de agua cristalina. Como ícono de la cultura surrealista local el triángulo de Dalí ofrece el espectáculo de la obra de Dalí traducida en arquitectura en tres puntos interesantísimos: Figueres, capital del Empordà una zona mágica poblada de leyendas, campos arados y bosques espesos entre la montaña y el mar, Pubol un castillo medieval obsequiado a su esposa Gala y Port Lligat, su pequeña residencia ubicada cerca del mítico pueblo de Cadaqués en el corazón del Cap de Creus. 
La gastronomía, liderada por el legendario Bulli de Ferrán Adriá, merece un capítulo aparte, así como su producción local de vinos y su tradición de hospitalidad signada por calidad artística y arquitectónica.
Visitar la Costa Brava y Girona significa adentrarse en historia, dominar el mar desde espacios únicos como el Monasterio Sant Pere Rodas, que representa el auge de la iglesia como poder en el Medioevo, un poder compartido con condados como el de Peralada, donde un enorme castillo alberga un casino y un festival mundial de música único, y el de Castelló de Empuries, donde habitaban judíos y precursores de la poderosa burguesía y campesinado catalán. El idioma de la región es el catalán, pero una babel de lenguas de todos los rincones del mundo se funde en un espacio visitado por viajeros todo el año. 
La Costa Brava espera al viajero para sorprenderlo, para hacerle comprender historias milenarias, pero también para cautivarlo en espacios naturales de inmenso valor. 

Ariel Halac - La Escala 30-07-2012